El éxito detrás de los hermanos Farías


Aunque no deja de ser curioso, no es extraño encontrar hermanos exitosos dentro de una cancha de fútbol. Pero no es tan frecuente hallar hermanos que triunfen, por separado, en los banquillos. Si bien parejas exitosas como los Schelotto en Boca Juniors, o los Kovac en la selección Croacia de otrora, han mostrado grandes pergaminos, su brillo se maximiza cuando uno de los hermanos asiste al otro. Es mucho más complicado que un par de hermanos lleve trayectorias fructíferas en paralelo, como es el caso de los hermanos Farías -Daniel y César-, quienes han sabido probar las mieles del triunfo, tanto juntos como por separado, poniendo en alto su apellido y el nombre de Venezuela, dentro de la América futbolera.

Dicen que la relación de hermanos es la más competitiva dentro de una familia, pero que si logra cultivarse de forma idónea tiene el potencial de ser la más fuerte. Los Farías se han enriquecido mutuamente de su relación dentro del campo. Fuera de él, aseguran no hablar mucho de la pelota. “Hablamos más que todo de nuestras familias”, comenta César Farías, el seleccionador que llevó a La Vinotinto a ser cuarta en la Copa América 2011 y la dejó a las puertas de su primer Mundial de mayores.  

Al mismo tiempo que ha entretejido los hilos de su provechoso paso por cinco países (Venezuela, México, La India, Paraguay y Bolivia), el mayor de los Farías ha sabido arropar a su hermano menor. “No es fácil ser el hermano de. Por más que nos comparen, él (Daniel) tiene su luz propia. Ha sido dos veces campeón de Venezuela y a su corta edad ya está dirigiendo en el plano internacional”, confiesa.


Y es que Daniel asumió en agosto la conducción del The Strongest boliviano, uno de los grandes del continente. Lo hizo en reemplazo, precisamente, de su hermano César. En diciembre de 2016, juntos como DT y AT, llevaron al “Tigre” a ser el monarca del balompié del altiplano. “Fue un momento bonito. Un año muy competido”, recuerda César, quien se convirtió así en el primer DT venezolano en ganar una la liga en el extranjero.

“César está en otra élite de entrenadores. Yo estoy en una etapa diferente”. Reconoce Daniel, al tiempo que afirma que lo importante será, por lo pronto, “estabilizar” su carrera en el exterior “y que eso sirva para darle valor al entrenador venezolano que no haya pasado por la Selección para emigrar”.

Quien sí aprovechó al máximo su periplo como seleccionador de Venezuela (2007-2013) para ganarse el máximo reconocimiento fue César. “Es uno de los grandes entrenadores de América. Su experiencia y logros le dan la posibilidad de estar por encima del resto de nosotros”, declara uno de sus más cercanos colegas y, en varias etapas su colaborador, el propio Daniel.

“Siento el reconocimiento de los demás entrenadores”, asegura por su parte César. “Pocas personas lo saben, pero en el Mundial de Sudáfrica estuve colaborando con España, como veedor de las selecciones latinoamericanas. Me lo pidió el mismo Don Vicente Del Bosque”, rememora.

“He podido dirigir en cuatro Libertadores, una Sudamericana, un Mundial Sub 20. He podido ver el progreso de Venezuela y participar en la formación del cuerpo técnico actual. Colaboré en su momento para llevar a Rafael Dudamel a la Selección”, agrega, sacando lustre a su carrera.  

Tras cerrar su etapa en The Strongest, muchos se preguntan que será del futuro de César. El sucrense declara que imagina un 2018 con el mono de trabajo. “No me cierro a ninguna posibilidad, pero me gustaría seguir cerca de mis hijos por los próximos dos años”, indica desde su residencia en Los Ángeles, EEUU.

Lo que sí parece tener claro son las diferencias con su hermano Daniel. “Él tiene más paciencia y mejor relacionamiento con el entorno. A mí me ha tocado más a los “capotazos” (golpes), tal vez por ser el primero. Quizá yo le aventaje en la experiencia. Pero insisto, cada quien tiene su propio camino”. Un camino marcado por el éxito, no cabe duda.  







Comentarios

Entradas populares