Barcelona-Real Madrid: Romanticismo vs Frenesí

Por Geraldine Carrasquero

El Barcelona llega invicto a la séptima fecha, el Madrid con la misión de reactivar el torneo. Será el primer clásico de Vilanova al frente de los 'culés' por Liga. Mourinho comanda la expedición blanca que, aunque en franca mejoría, marcha a 8 puntos del líder.
Barcelona-Madrid, Madrid-Barcelona, un nuevo capítulo del duelo más publicitado del planeta se vivirá hoy en el Camp Nou, a partir de la 1 pm (Hora de Venezuela). Y aunque el choque de estilos más pronunciado del deporte entra en una nueva etapa con Tito Vilanova como actor principal, blaugranas y merengues siguen siendo comandados por el talento inagotable de sus luminarias: Lionel Messi y Cristiano Ronaldo.

El Barcelona quiere mantenerse invicto en una temporada que ha ido a ritmo de remontadas, primerísima impronta visible del nuevo DT: Un tanto más de verticalidad, en detrimento del dominio. El ambiente independentista envuelve a un choque vital para las aspiraciones de ambos conjuntos. La gent blaugrana prepara a los suyos la Senyera (bandera de Catalunya) como mosaico de recibimiento. Será un adelanto a los comicios por la independencia del próximo 25 de noviembre.

El cotejo ha sido también marcado por las bajas del lado catalán. Las recientes lesiones de Puyol y Piqué -este último podría jugar infiltrado- ha dejado a la defensa azulgrana en cuadro. Aun así, el tándem formado por Mascherano y Song se antoja como uno de garantías.
En el ataque las dudas se aminoran ante la omnipresencia de Messi. Capaz de amontonar rivales, tirando de sus botines imantados para asistir a sus compañeros cuando los goles se le resisten. Cesc, que vive su resurrección particular, también podría ocupar una plaza en el once. Si será escudero de Xavi y Busquets en la medular o si será otra ficha en el tridente ofensivo solo lo sabe Vilanova a esta altura.

El más reciente enfrentamiento entre ambos favoreció a los blancos. Sin embargo, el error clamoroso de Valdés en la ida de la Súper Copa y los despistes de la zaga en la vuelta fueron un factor decisivo. Mourinho lo sabe y, para no quedar rezagado en la lucha por el título, planea, nuevamente, hacer del campo un tablero de ajedrez.

El inicio de temporada para el equipo de Concha Espina en Liga ha sido poco alentador. En Chamartín sobra la polémica, mientras se añora la pegada que les hizo temible la pasada campaña. La enigmática tristeza de su hombre estrella, la pugna Ramos-Mourinho, el ostracismo de Kaká y el reclamo público del luso por el bajo rendimiento de Özil han crispado de más el ambiente merengue.

La pizarra del portugués sigue siendo una incógnita. Los elogios post Champions de ‘The Special One’ a Ramos le suponen un lugar en la retaguardia. Arbeloa y Marcelo en las bandas parece una apuesta segura. Casillas es intocable. De allí en adelante, serán CR7, Di María, Alonso y tres más. La rotación impone que tal vez Modric, Kedhira e Higuaín sean sus acompañantes. Aunque el dueto Benzemá-Kaká pide a gritos protagonismo tras una actuación de ensueño en Amsterdam.

Más allá de los nombres, el duelo, como de costumbre, promete. Los locales buscan certificar una ventaja importante sobre su rival directo, tierra de por medio para encarar con tranquilidad las otras competiciones. Los segundos, no quieren dejar pasar el tren del bicampeonato, aunque ‘La Décima’ encandile el camino.

Dos modelos, el del romanticismo y el del frenesí, vuelven a unirse a través de la rotación eterna de la pelota. Y aunque el primero, el de las combinaciones poéticas, cree en el proyecto de la formación para nutrir sus filas y el otro, el del arrebato, se aferra en crear una escuadra a golpe de talonario, la consigna de ambos será la de siempre en un clásico: ¡Ganar!, más que para procurar la alegría propia, ser el causante de la tristeza ajena.

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