Nuevos embajadores del deporte venezolano

Jonatthaan Vegas (sup) y Pastor Maldonado (inf)
Hasta hace poco, Venezuela era conocida en el mundo entero por el talento de sus beisbolistas, por lo abundante de su petróleo, por el éxito de sus mujeres en los certámenes de belleza y más recientemente por la acentuada polarización política que ocupa el primer plano del acontecer de la nación caribeña.

En lo que al ámbito deportivo se refiere, su asignatura pendiente sigue siendo clasificarse a un Mundial de Fútbol, algo que, hoy por hoy con la generación actual, no parece muy descabellado y, que por ejemplo, Venezuela si ha conseguido en otros deportes de conjunto como el baloncesto (destacan los héroes de Portland), naturalmente el béisbol (Clásico Mundial de 2006 y 2009), el voleibol (6 participaciones en la Liga Mundial hasta ahora) e inclusive, el fútbol de salón, disciplina en la que los criollos consiguieron coronarse a nivel mundial en México en el año 1997. Sin embargo, hoy son Vegas o Maldonado los nombres propios con los que Venezuela araña el éxito a nivel internacional en disciplinas que no suelen contar con tanta afición en el país.

Embajadores deportivos históricos

Los atletas nacionales con mayor proyección y presencia a nivel internacional  han sido siempre los beisbolistas, por algo el juego de "la pelota" es considerado como el deporte rey a nivel nacional. Por  tanto, no es de extrañar que Luis Aparicio hijo engalane al deporte venezolano, siendo uno de los pocos latinoamericanos integrantes del salón de la fama de las ligas mayores.

En el apartado olímpico, Venezuela cuenta únicamente con 11 preseas en su haber, pero el único metal dorado lo obtuvo gracias al púgil Francisco "Morochito" Rodríguez, quien en la categoría mosca ligero derrotó al sudcoreano Joun Ju Jee en los Juegos Olímpicos de México en 1968. El Taekwondo, la natación, el atletismo, pero sobre todo el boxeo, han sido las disciplinas generadoras de metales por excelencia para Venezuela en unos juegos de esta envergadura.
Francisco "Morochito" Rodríguez es el único medallista de oro para Venezuela en unos J.J.O.O
En el mejor baloncesto del mundo, habían sido dos los venezolanos que vistieran camisetas importantes: Carl Herrera y Oscar Torres, ambos con Houston Rocket, hasta que en la actualidad Greivis Vásquez se hiciera un lugar en los New Orleans Hornets a base de buenas actuaciones. De hecho, hasta en el fútbol, Venezuela, últimamente, ha fabricado un buen producto de exportación, encabezados por el maracayero Juan Arango. Cuando hace menos de 20 años era considerada la cenicienta del balompié sudamericano, hoy los Miku, Rondón, Rincón, Rosales, Orozco y compañía dibujan sobre el césped con sus  goles y gambetas la ilusión vinotinto de una nueva nación futbolera. Mención especial merece Salomón Rondón, quien en el último fin de semana anotó el gol más importante en la historia del Málaga CF. El tanto del vinotinto permitió al equipo de la Costa Azul clasificarse a la fase previa de la Liga de Campeones de la Uefa, algo nunca antes visto.
Greivis Vásquez en acción con los Hornets.
Salomón Rondón anotó 11 goles en 37 partidos de Liga con el Málaga
Nuevos abanderados

Lo de Vásquez o Rondón, a estas alturas del partido, ya no debe sorprender a nadie dentro o fuera de Venezuela. Pero, seguramente jamás los venezolanos se imaginarían contar con un piloto que despertara tantas expectativas en la máxima categoría automovilística, la F1, compitiendo con el mismísimo Schumacher, leyenda de este deporte, u otros grandes como Alonso o Vettel. Y mucho menos divisaron que alguna vez tendrían a un jugador en el golf de la máxima categoría, el PGA Tour, y por si fuera poco, que sería comparado por su físico y, sobre todo por su juego, con el grandísimo Tiger Woods.

Jhonattan Vegas, el nombre de un sueño

Jonatthan Vegas celebra en el Bob Hope Clasic
Quizás sea demasiado pronto para hablar del éxito en el mundo del golf de este joven de 27 años, oriundo del estado Monagas, llamado Jhonattan Vegas; pero probablemente no sea exagerado decir, que lo que consiguiera el año pasado el oriental, fue un verdadero hito en la historia del deporte nacional.

Empezando no sólo por el hecho de haberse convertido en el primer venezolano en obtener la tarjeta que lo acredita como participante del PGA Tour, sino también por su sobresaliente desempeño en sus primeros torneos, llegando, incluso, a ganar el Bob Hope Classic y obteniendo el tercer lugar en el Farmer Insurance Open.

La infancia de Vegas fue premonitoria, con corta edad ya apuntaba buenas maneras con el bastón. Quizás el hecho de que su padre era el cuidador de un campo de golf de un campamento en Morichal, sitio donde residía el pequeño Jhonattan junto a su padre y  tres hermanos, haya sido la chispa  que encendiera su pasión por este deporte.

En su juventud, Vegas ganó el campeonato juvenil a nivel nacional y consciente de su talento optó por una beca en los Estados Unidos, donde estudió quinesiología, mientras destacaba en el circuito nacional estadounidense.

Y aunque el cierre del año 2011 y el comienzo de este 2012 no estén siendo nada satisfactorio para el bastonista criollo por no ha podido superar los cortes de los torneos más importantes, su triunfo en el Bob Hope Clasic del año pasado pudo haber ayudado a fomentar en Venezuela la afición por un deporte, que hasta ahora era considerado por muchos como elitista.

Vegas obtuvo el 7mo lugar en The Players, torneo de la PGA.
La buena noticia es que tal vez esa espiral negativa por la que tuvo que atravesar el monaguense comience a revertirse de una vez por todas, para poder codearse nuevamente con la crema y nata del golf mundial. Para muestra lo conseguido por Vegas este fin de semana en uno de los torneos más prestigiosos del PGA Tour,  "The Players", competición en la que terminó séptimo acumulando 280 golpes, 18 birdies, 2 eagles y 14 bogeys, lo que le permitió redondear su mejor actuación en el 2012 entrando por primera vez en un top ten. Actualmente se ubica en en la posición 121 del ranking del PGA, luego de ascender 37 peldaños. 

Pastor Maldonado, del Karting a la F1

Maldonado a bordo del Williams FW34
El caso de Pastor Maldonado tampoco deja de sorprender; el piloto de 27 años nacido en Maracay, empezó a la edad de ocho años en el karting, a los quince años arribó a la Formula A (un campeonato juvenil a nivel mundial) y tres años más tarde llegaría a la Fórmula Renault de Italia, donde se titularía sólo un año después.

Posteriormente continuó su meteórica carrera con su paso por la F300 de Italia y en la World Series By Renault, pero, sin duda alguna, el logro que lo catapultó definitivamente a la categoría de honor del automovilismo mundial fue el título de campeón obtenido en la GP2, batiendo además el record de victorias para una temporada y terminando con un amplio margen de ventaja sobre su escolta.

Luego de una serie de conversaciones con diversos equipos de la Fórmula 1, a finales del 2010 se pactó un acuerdo entre el piloto criollo y uno de las escuderías de mayor tradición en la máxima categoría, la Williams F1.

Aunque Pastor Maldonado no sea el primer venezolano en competir en la Fórmula 1, ya que Johnny Ceccoto ya lo hiciera en la década de los 80, sí se ha convertido, con su victoria sin atenuantes en el Gran Premio de España, en el primer venezolano en toda la historia en ganar una carrera en la máxima categoría del automovilismo mundial, tras haber partido de la primera posición con la Pole Position conseguida el día anterior.

Johnny Ceccoto en la actualidad
Las expectativas puestas en el maracayero fueron tan elevadas en su primer año en la F1, que la misma había despertado un gran seguimiento mediático en Venezuela, sin embargo, luego de una temporada gris en la que el piloto maracayero solo pudo cosechar un punto, rápidamente dejó de ser un foco de atención especial para la prensa. No obstante, ayer Pastor como si de un pugilista se tratara mandó a todos los escépticos y críticos a la lona con el knockout de un triunfo repartido entre la buena estrategia del equipo Williams y su pericia como conductor al frente del volante, a partes iguales.

Los hay quienes lamentablemente, en medio de esta histeria colectiva de politizar hasta el más mínimo asunto del devenir nacional, desean politizar una victoria brillante que quedará en los anales de la historia del deporte venezolano. El patrocinio multimillonario de PDVSA, algo natural por cierto, o el apoyo de Hugo Chávez o no al piloto venezolano, un deber ser de cualquier mandato, deberían quedar relegados a un segundo plano.

Un Maldonado emocionado con la "tricolor" en mano 
Lo que debería ocupar el debate nacional de los amantes del deporte y de todos en general, es la manera estoica en la que Maldonado defendió su liderato en carrera. De lo que debería hablarse es de como se recuperó anímicamente luego de perder el sitial de honor en la arrancada, de como con nervios de acero disputó de tú a tú con Raikkonen y Alonso, sobre todo con éste último, estando en las posiciones de vanguardia. No hubo DRS que valga, ni cosas por el estilo, que pudieran arrebatarle una carrera que creyó suya desde el inicio. Por último, debería hablarse de como Maldonado se ajustó a cabalidad al plan diseñado por su equipo de manera fenomenal, demostrando una capacidad inobjetable para estar en la máxima categoría del automovilismo mundial. 

En definitiva, Montmeló será un circuito que Maldonado difícilmente olvidará en mucho tiempo. Los venezolanos, en tanto, anhelan que Barcelona, ciudad en donde se ubica dicho circuito, tan en boca de los mismos por motivos deportivos, pero no automovilísticos, sino más bien futbolísticos, sea la sede de un sueño incipiente: tener, tarde o temprano, un campeón mundial en la Fórmula 1.

            


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